Etiqueta: El Autor
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El compromiso
Fumábamos en silencio y de pronto se le iluminó la expresión. —¿Por qué no esperas un año? —me preguntó— Si para entonces sigues con el empeño, no tengo inconveniente en que la busques, y que sea lo que Dios quiera. Y otra cosa ¿Por qué no dejas ese trabajo y sigues con los estudios? —Al […]
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El primer trabajo
Me fui con la copla, con la incógnita que para mí suponía Cosme Vidal. Quizá, y esto es lo paradójico, me inquietaba sobremanera que no presentara doblez ni misterio y me hablara con total naturalidad. Si le comentara a Carmela estas cuitas, me martirizaría y me diría que estaba paranoico, más si le dijera que […]
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La vida como novela
Que se sepa la verdad, me contestó, aunque juraría que acompañó estas palabras con una mueca burlona. Ya lo veo, continué, pero eso es más propio de un trabajo de periodista… Más bien de historiador, me cortó. Eso, más bien de historiador, repetí; en cualquier caso, no estoy en condiciones, se lo confieso, de enfrentarme […]
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Que se sepa la verdad
Qué hago con los textos, le pregunté. Nada, no hagas nada, déjalos como están, me contestó. Carmela me dejó solo en el cuarto de trabajo. Sin proponérmelo, me asaltaron unos sentimientos muy insidiosos a los que cualquiera llamaría celos. No es que Carmela no mostrara entusiasmo por mis escritos, pero me molestaron la aceptación y […]
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La magdalena de Proust
Me enamoré de Isabelita y amé a la prima Rosa. En poco más de un año me enamoré y conocí el amor. Eran tan distintas, también yo las hice, porque no las miré del mismo modo, dentro de mi confusión juvenil. Con Rosa conocí la pasión y recibí el mucho amor que era capaz de […]
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La prima Rosa, 2
Me sentía bien con la prima Rosa. Desde que teníamos diez años, con disgusto de nuestras madres, mis amigos y yo pasábamos los días en el río. A la hora de comer volvíamos a casa y durante la siesta nos escapábamos. Por la tarde, a la vuelta, me despedía de los amigos y me demoraba […]
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La prima Rosa
Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos del camino determinar apenas que llevaba. Peinando sus cabellos de oro fino, Una ninfa, del agua, do moraba, la cabeza sacó, y el prado ameno, vido de flores y de sombra lleno. Garcilaso de la Vega, Égloga III *** La prima […]
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«Bien limado y polido»
Recuerdo que me dijo que leyera primero el manuscrito que había sacado, me había mostrado y había vuelto a meter, del bolsillo delantero de la maleta. Alarmado sin fundamento, temeroso por la pérdida de pieza tan encarecida, abro la cremallera y allí está. Y, ¡oh sorpresa! El manuscrito está perfectamente ordenado y sujeto con un […]