• Vuelve Cosme

    No era mi intención apartarme de don León, a quien nunca agradeceré en su medida, más bien lo contrario si se mira bien, los favores que no le pedí; tampoco debo pasar por alto que todo supuso una transacción de la que, supongo, salí ganancioso. Gracias a las maquinaciones con los ingleses, cursé unos estudios…


  • Un brindis

    Don Florentino, que no esperaba una reacción tan airada, comprendió en el acto que se había precipitado, que tenía hacer los cargos y a la vez recular. —Hombre, yo te hablo desde mi experiencia y la de otros muchos: en este mundo, o se triunfa o se malvive, y ya ves el teatro que hay,…


  • Habla Carmen

    León, que no tenía a don Florentino por embustero, aunque sí urdidor y liante, como acababa de sufrir en sus propias carnes, se conmovió con la semblanza que había hecho de don Armando Centenera, pero no quiso perder la ocasión de expresarle sus quejas. Don Florentino hizo una pausa por la que León vio la…


  • El impresor

    —Hombre, don Florentino —León extendió las manos pidiendo calma—, no tiene por qué ser tan categórico ¿Cómo se le ocurre que les voy a denunciar? No pienso decir nada a nadie de lo que me han dicho y de lo que he visto, que en realidad no ha sido nada… —No, si no vamos a…


  • La encerrona

    León Aguirre no se sorprendió cuando Armando Centenera se dirigió a él con estas palabras: —Dice don Florentino que usted también es un buen dibujante —las cartas y los montoncitos de garbanzos continuaban en su reposo inicial. —No se me da mal, pero no creo que llegue a la pericia de ese don Ezequiel de…


  • En la trastienda

    Hacía frío en la librería. Accedieron a la trastienda por una puerta lateral situada al fondo, a la izquierda. Ante ellos se abrió una sala grande y mal iluminada, salvo por la luz de la bombilla, enroscada a un ladrón, que caía sobre una mesa camilla de mayor diámetro que la de los niños. Alrededor…


  • La librería

    La tarde estaba fría aunque no desapacible. La librería estaba en la calle Hartzenbusch y los hombres fueron callejeando Fuencarral arriba. Habían salido con tiempo. Llegados a la Glorieta de Bilbao, don Florentino señaló el Comercial y dijo: —Vamos a entrar. Tienen café del bueno y se está calentito. Le convido. Entraron y don Florentino…


  • La partida de mus

    Poco después de iniciar la marcha, don Florentino pretextó que tenía que acudir junto a su madre, a quien había dejado algo indispuesta, y los dejó solos. De poco sirvieron las tablas y el estrado. Tras la retirada de don Florentino, los jóvenes andaban en silencio por las calles recién regadas y sólo se oían…


  • Los arcanos del amor

    Don Florentino y el joven León están sentados en sendos sillones de orejas alrededor de una mesa camilla que ocupa el centro de un gabinete atiborrado de libros y revistas, con iluminación escasa y con un aire impregnado de olor a papel viejo. La botella de Terry, con su redecilla dorada, da aire de calidad…


  • El retrato

    Y ya eran unas cuantas noches las que contaban con la presencia de ese joven y apuesto estudiante que de forma indisimulada manifestaba su admiración por Carmencita, y algo más a juzgar por las miradas furtivas que don Florentino sorprendía. Carmencita no era tonta y se percataba de los mismos gestos y miradas, así como…